Al mirar este modelo de oración vemos que la oración que agrada a Dios es una que es sencilla y sincera. Debe salir de lo profundo del corazón y expresar lo que inquieta nuestro ser. Al orar debemos reconocer el poder, la grandeza de Dios y también la necesidad que tenemos de él y de que intervenga en nuestras vidas.
Conoce las tres claves de esta oración según el Papa Francisco.
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