El término "negociador" no solamente aplica a las personas dedicadas al negocio en un sentido laboral o profesional. Cuando llegamos a un acuerdo con otra persona estamos negociando, por ejemplo, al decidir las directrices de un proyecto con nuestros compañeros de trabajo, al escoger la película que veremos con nuestra familia el fin de semana, etcétera. Llegar a un acuerdo es importante, pero nuestra manera de hacerlo es esencial.
En este corto, el usuario RichoTorres comenta que un buen negociador es una persona ética, que se guía por valores y principios. Menciona también que un buen negociador tiene diversas habilidades y capacidades al tratar con los demás, y entiende las necesidades de la persona con la que se está negociando. ¿Cómo lo logra? A través de un trato respetuoso y cortés, porque sólo de ese modo se logra conectar con nuestros compañeros, clientes, familiares, amigos y cualquier tercero, escuchándolos mejor comprendiendo lo que necesitan y haciendo que las negociaciones sean más fáciles, prósperas y rentables para ambas partes.
Por otro lado, ser poco ético es buscar el beneficio propio a costa de lo que sea, por ejemplo, aprovechándose del error en que se encuentra alguien más, empleando mentiras o atajos para llegar a un acuerdo, haciendo promesas sabiendo que no cumplirá su palabra, incumpliendo intencionalmente procesos institucionales, así como pidiendo o recibiendo regalos y favores especiales para evitar una llamada de atención o una sanción.
¿Qué nos toca hacer? Actuar éticamente en todo momento, cuando seamos observados y cuando nadie nos mire, guiándonos por nuestros valores para evitar a toda costa recurrir a métodos corruptos o fraudulentos para cumplir nuestros objetivos. De esta manera garantizamos negociaciones limpias y rentables para todos los involucrados. ¡Fortalecer una cultura anticorrupción es tarea de todos!
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