¡Ya estamos en vísperas decembrinas! Se acerca el cierre de otra vuelta al sol y, por la naturaleza de las festividades de fin de año, no es extraño pensar que tal vez podríamos encontrarnos con alguna "sorpresa" por parte de alguno de nuestros proveedores, un "detalle" para agradecernos por continuar juntos un año más o por la relación que construimos con ellos al haberlos seleccionado para cierto proyecto, o incluso para intentar asegurar mantener la relación.
¿Entonces, podemos aceptar un regalo? ¿Es correcto? Recordemos que los proveedores con los que establecemos relación comercial son aquellos que comparten nuestros valores y poseen una reputación de integridad y ética en sus relaciones y negocios. De esta manera nos aseguramos que los proveedores con los que nos aliamos buscan las mejores prácticas y fomentan una cultura ética en todo momento, tal como hacemos nosotros en Gentera.
Es por ello que nuestro Código de Ética y Conducta nos recuerda que debemos evitar recibir regalos de cualquier índole de parte de proveedores, candidatos a proveedores, servidores públicos, clientes, prospectos de clientes, miembros de otras empresas, o cualquier otra persona, con la finalidad de presevar la objetividad al llevar a cabo nuestras actividades y toma de decisiones.
El mismo criterio aplica para nosotros como colaboradores hacia nuestros proveedores. No les ofrecemos ni pedimos ningún tipo de comisión, gratificación, dádiva, donativo o regalo, sea en dinero o en especie, entretenimiento, viajes, ventajas personales o favores, para evitar que esto influya en nuestras decisiones o desempeño, o que sea un tipo de condicionante a la recepción o pago de un servicio.
Aún si la única intención del proveedor, o la nuestra, es agradecer las atenciones durante el año, nosotros rechazamos cualquier tipo de recepción u ofrecimiento de un regalo. Así evitamos sesgos en nuestro juicio y objetividad, y nos aseguramos de preservar nuestra integridad y cultura ética.
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