Desde el nacimiento, los bebés pueden estar familiarizados con los libros como objeto de exploración: lo chupa, lo observa, lo manipula, lo sacude; después con el libro como juguete: los cierra, los abre, los lanza y los apila. Y conforme su desarrollo, irá descubriendo en los libros una manera de desarrollar su lenguaje e imaginación. Toma nota de los consejos que en Papalote Museo del Niño nos ofrece.
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